Susa y Port El Kantaoui

Inscrita por la Unesco en el patrimonio mundial, la medina de Susa se sitúa en la ladera de una colina, frente al mar. Es un placer recorrer sus callejuelas con una atmósfera de otra época, regatear en los zocos. Dominada por la alta silueta de la Tour Khalef, el casco histórico ha conservado sus murallas medievales y muchos monumentos que dan fe de su pasado de plaza fuerte: el Ribat, fortín y lugar de retiro religioso, la Gran Mezquita con aspecto de fortaleza, la imponente alcazaba. Tercera ciudad de Túnez, Susa tiene un centro urbano animado con numerosos comercios y lugares de ocio, y un magnífico paseo marítimo. A tan sólo unos minutos, pasee por los muelles del puerto deportivo de Port El Kantaoui. Respire el aire puro del campo circundante: la ciudad está rodeada por campos, pueblos y sobre todo los inmensos olivares que son la riqueza de la región desde la Antigüedad.

Susa está situada en una gran región olivarera. Por eso el aceite de oliva está presente en gran número de platos culinarios: ensaladas, guisos y dulces. Ciudad costera, en Susa podrá degustar pescado, calamares y pulpos muy sabrosos. Si prefiere un plato típico a base de cordero, pruebe el borghol sahli, trigo descascarillado y precocido acompañado de carne y verdura. Termine con un té a la menta y un maqroudh de Kairuán u otro dulce. Aunque en Susa, gran ciudad ecléctica y abierta, también encontrará muy buenas direcciones para probar sushis, tapas o especialidades italianas. Le espera una amplia gama de restaurantes en la estación turística, en los palacios de la ciudad o en los muelles de Port El Kantaoui viendo las embarcaciones de recreo.

En la Antigüedad, la región de Susa era próspera y famosa por sus magníficos mosaicos expuestos en el museo arqueológico de la ciudad. En lo que respecta a la ciudad medieval, se desarrolló en el siglo IX en torno al Ribat, lugar de retiro de los adeptos del sufismo. Cercana a Kairuán, antigua capital de Túnez, Susa era entonces un puerto militar: desde allí se lanzó la conquista musulmana de Sicilia en 827. La Gran Mezquita, sin minarete, es un magnífico testimonio de la arquitectura de esa época, al igual que las murallas perfectamente conservadas, el Ribat y la alcazaba (recinto fortificado) dominada por la Torre Khalef. Otro monumento notable que data de la Edad Media es la gran cúpula esculpida de estrías, Kobba el K’haoui, adosada al museo de artes y tradiciones populares. En la época actual, Susa sigue siendo un gran puerto comercial.