Arena blanca y cielo azul
Con su magnífico litoral, sus 575 km de playas de arena fina y su rosario de islas paradisíacas, Túnez es uno de los destinos más famosos del Mediterráneo para pasar unas vacaciones a la orilla del agua. De Nabeul a Mahdia, de Tabarka a Djerba, hoteles con exuberantes jardines se suceden a lo largo de la costa. El mar se presenta como un bellísimo espejo azul; los niños juegan en el agua, los paracaídas multicolores se elevan al cielo, las tablas de wind-surf se cruzan unas con otras, las motos de agua rugen… La amplia gama de hoteles, de hoteles-clubes, de actividades y de ocio le promete unas vacaciones veraniegas muy intensas. A pesar de ser menos conocido, en Túnez también se encuentran gran número de playas poéticas fuera de los itinerarios más frecuentados, salpicadas de rocas de formas insólitas, o bordeadas de palmeras y de dunas doradas.